En el centro del Salón Azul del Palacio Legislativo, la vicepresidente de la Nación señaló que “es imperativo revertir los procesos de desvalorización de la vida humana, la cultura de la muerte y el descarte, y asumir la enorme responsabilidad de gobernar con el propósito de que la protección de la vida y la dignidad infinita de cada persona sea el fundamento y el principal anhelo que nos guía en nuestra tarea”.
Asimismo, agregó que “cuando se priva de derechos fundamentales a un determinado grupo de personas porque todavía no nacieron, porque están débiles, enfermas o ancianas, se resiente en la legitimidad del mismo Estado y se resiente también en la vida humana”.
Dirigida a los legisladores y mandatarios provinciales, Victoria Villarruel pidió que “velen siempre por el impacto de leyes sobre la vida integral de los ciudadanos, sobre sus cuerpos físicos y también sobre sus espíritus. Y a los gobernadores de las provincias que tengan siempre presente a las familias que son las que conservan su estilo de vida y tradiciones”.
La presidente del Senado culminó su discurso haciendo un llamado a "la defensa de la vida y dignidad de las personas por nacer, y concluyó que “el respeto a la vida y la dignidad humana no deben estar sujetos a las decisiones de las mayorías”.
Estuvieron presentes en el Salón Azul del Palacio Legislativo acompañando a Villarruel: Miguel Ángel Schiavone, rector de la UCA; Paola Delbosco, presidente de la Academia Nacional de Educación; Abel Albino, presidente de la fundación CONIN; Matilde Gagliolo y Lorena Aguilar, coordinadoras de La Merced Vida; y Juan Bautista González Saborido, director de Organismos Internacionales del Senado.